“Recuerdo que de pequeños nosotros también teníamos una copia del Guernica colgada en la sala. Entonces en todas las salas del País Vasco había algún Guernica. Mis padres lo barnizaron y parecía que el cuadro era de verdad. Me acuerdo de que yo pensaba que el verdadero Guernica estaba en nuestra casa y los que veía en las casas de mis amigos no eran más que copias del nuestro.
Mantuve más de una discusión en la escuela a propósito de este tema. Al final tuve que admitir que el de nuestra casa era igual que los otros, lo único que barnizado.
Pero es cierto, también, que a veces basta un poco de barniz para que las cosas parezcan verdaderas; un pequeño detalle, para convertir las cosas en otras.”
Kirmen Uribe. Bilbao -New York -Bilbao
1 comentario:
Entós, Pablo, el que tengo yo en casa ¿nun ye´l verdaderu?
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